La excursión programada para el
día 1 de febrero a la Mina de la Loba y a Belmez, titulada “Arqueología del
Guadiato, un patrimonio milenario” había creado mucha expectación desde el
mismo momento en el que se lanzó su convocatoria a través de las redes sociales
y nuestra agenda. De hecho, las más de 50 plazas que se ofertaron fueron cubiertas
en menos de 5 horas. Tanto interés supuso que, a pesar de que había previsión
de lluvia para ese día, nadie renunciara al viaje.
La visita a la Mina romana de la
Loba, inédita hasta el momento, resultó de gran interés a nuestros viajeros.
Allí descubrieron cómo se extraía el mineral (plomo argentífero) durante la
Antigüedad y vieron, in situ, los
restos del poblado minero y almacenes excavados por J.M. Blázquez Martínez y Cl. Domergue en la década de los ’80 del
siglo pasado.
Una vez completada la vista, el
siguiente punto fue la villa de Belmez. Allí se subió al castillo, en gran
estado de conservación gracias a las labores de restauración llevadas a cabo
hace unos años. A pesar del viento, en algunos momentos casi insoportable, el
castillo resultó de gran interés a los presentes tanto por su dilatada historia
como por la presencia de algunos elementos, como la torre del homenaje o los
aljibes.
Tras el obligatorio receso
destinado a la comida como, se retomaron las actividades con la visita al Museo
Histórico de Belmez, donde pudieron verse algunos materiales relacionados con
la ocupación antigua, medieval y contemporánea del entorno. La última parada
del día fue el dolmen de las casas de Don Pedro, localizado a pocos kilómetros
de la localidad belmezana. Esta enorme tumba, con más de 5.000 años de
antigüedad es la única puesta en valor de las casi 15 instalaciones dolménicas
documentadas en la zona.
La jornada, aunque agotadora,
resultó todo un éxito. Nos consta, por comentarios que hicieron los presentes,
que los viajeros disfrutaron mucho del viaje al descubrir lugares para ellos
desconocidos del Patrimonio de la provincia de Córdoba.