El pasado 8 de febrero de 2014 tuvo lugar en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba el taller titulado “Lucernas”.
Antes de comenzar el taller, y para que los alumnos comprendan la actividad que van a realizar, se les explicó que es una lucerna, para que servían, como eran, etc. Las lucernas son lámparas de aceite, es decir, un sistema de iluminación que se viene empleando desde la Prehistoria hasta la invención de la electricidad. Las primeras que se realizaron fueron sobre piedra con una oquedad en la parte central para que sirviera de depósito del combustible (aceite vegetal o grasa animal) aunque a veces simplemente se realizaba (en el caso de las civilizaciones en las cuevas) un pequeño agujero en el suelo. Como mecha se empleaba un trozo de cuerda de fibra la cual no se apagaba hasta que no quedaba consumido por completo el aceite. Con los años se fueron empleando otros sistemas de depósito realizados en cerámica que alcanzan su máximo esplendor en época romana cuando adquieren el término de lucernas. Realizadas a molde, las lucernas llegan a tener gran popularidad, no sólo por su utilidad sino porque en la cazoleta (parte superior) se representan una gran diversidad de dibujos o temática de la época por lo que llegan incluso a coleccionarse.
Una vez comprendido el temario los alumnos procedieron a realizar su propia lucerna. Para ello, se emplearon moldes de escayola divididos en dos partes, anverso y reverso. Sobre éstos se extendió la pasta de modelar, un tipo de arcilla moldeable que no necesita cochura, y al unirlos y presionarlos conseguímos la forma completa de la lucerna. A continuación, se retiraron las partes sobrantes de arcilla y se sellaron las juntas con ayuda de un poco de agua y unas espátulas. Una vez terminadas se secaron en un calefactor especial para el trabajo de la arcilla y seguidamente le aplicaron un engobe de color marrón-rojizo como se realizaban en algunas de las lucernas de época romana.