D. Alberto J. Montejo, conservador del Patrimonio Histórico de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, ofreció el pasado jueves 10 de abril una interesante charla en el auditorio de Casa Árabe acerca del cementerio de los Omeyas cordobeses.
Sin duda, los emires y califas de la dinastía Omeya tuvieron un lugar de sepultura privilegiado dentro del Alcázar andalusí de Córdoba, aunque su ubicación precisa sigue siendo aún todo un misterio. De hecho, la propia localización de la fortaleza ha sido discutida en varias ocasiones a lo largo del siglo XX, destacando las propuestas de famosos historiadores como Rafael Castejón o Lévy-Provençal. Hoy en día, las intervenciones arqueológicas han permitido definir con claridad los límites este y norte de dicho recinto, así como aproximarnos con bastante exactitud a los flancos sur y oeste.
Dentro del Alcázar se situaron diferentes tipos de espacios: baños, zonas de representación, ámbitos residenciales, etc. La Rauda, panteón de emires y califas, fue otro de estos espacios, la cual ha sido estudiada en profundidad por el arqueólogo A. Montejo. Sus intervenciones en el Alcázar andalusí, y la documentación de archivo rastreada durante años, le han permitido lanzar una sólida hipótesis sobre el paradero de dicho cementerio, la cual expuso con detalle a lo largo de su intervención.
