El
día 8 de octubre tuvimos ocasión de participar en la ruta literaria organizada por
Cosmopoética. El hilo conductor fue
la reciente publicación "Guía Literaria de Córdoba". Excelente libro
que ilustra cinco rutas con paradas en los rincones más bellos y significativos
de la ciudad, suscitando a los autores un bello poemario y delicadas creaciones,
que han sido recogidas en el libro. Su lectura, no hacen sino exacerbar el amor
de los cordobeses por la ciudad, ya que presenta su esencia materializada en palabra.
El punto se salida fue la Casa
Góngora, que sirvió de pequeña presentación de la obra. En la calle Cabezas,
frente a los arcos donde hubieran pendido las cabezas de los infantes de Lara,
se evocó la leyenda a través de un poema de la mano de Francisco Alemán. La
siguiente parada fue el compás de San Pedro, donde pudimos escuchar un otro bello
poema que recogía la vida entre los muros de la Iglesia, y el trasiego de esta
zona de la Ajerquía, de los labios de Bern Dietz. La Cuesta del Bailío fue otro
momento inolvidable en este literario recorrido, donde Pilar Sanabria nos
presentaba un poema de amor nacido entre los rincones de la cuesta. Por último
Manuel Gahete en uno de los maravillosos patios del Palacio de Viana, ponía la
despedida con un bello poema que cantaba también al amor.
Todas estas paradas se
acompañaron de las extraordinarias presentaciones de Matilde Cabello, capaz de
captar el espíritu y alma de cada rincón, predisponiendo a la agradable
audición de las creaciones de los poetas y artistas. A este breve y delicado
itinerario contribuimos con la aportación histórico arqueológica de cada
parada, a través de el carácter defensivo de la casa-fortaleza de los Méndez de
Sotomayor conservada en la calle Cabezas; la creación del convento San Pedro en
el marco de la ocupación urbana de la Ajerquía. La apertura de portillos para
comunicar Medina y Ajerquía en el siglo XVIII, configurándose la Cuesta del
Bailío, desmontándose para ello la antigua muralla. Por último pudimos apreciar
la conformación de la característica casa-palacio en Viana. Unas casas matrices
del siglo XIV fueron el origen, anexionándose
y construyendo otras nuevas, y ennobleciendo el conjunto la portada pétrea renacentista
que hace alusión al linaje de la familia.