La mañana del pasado sábado 9 de enero, un grupo de audaces amantes
de la Arqueología y el Patrimonio cordobés desafió el frio invernal para
descubrir algunos de los secretos históricos que, de la mano de nuestro
compañero Eduardo Cerrato, investigador del grupo Sísifo, se pueden ser
desentrañados a lo largo de la ruta Capital del Baetis.
El
Guadalquivir (rio grande, en árabe) recibió el nombre de Betis en época
romana y aquellos que realicen esta ruta podrán conocer más detalles
acerca de algunos de los hitos monumentales que se relacionan más
íntimamente con el río. La Córdoba romana es una ciudad que no habría
nacido nunca sin la presencia del río Guadalquivir. Se trata de una
relación milenaria sobre la que pretendemos arrojar luz a través de
varios testimonios arqueológicos como instalaciones domésticas y
artesanales, epígrafes, y monumentales edificios públicos.