La
Ciudad de los Niños se convirtió el pasado sábado 21 de junio en un espacio de
reencuentro con los orígenes de Córdoba, en el que niños y adultos se pudieron
sumergir en el pasado turdetano y romano de la ciudad a través de exposiciones,
concursos, talleres, juegos, conferencias ilustradas y una degustación
gastronómica basada en recetarios de los autores clásicos, cerrando así el
programa de la Córdoba romana de las I Jornadas de Arqueología en Familia.
De esta forma, las I jornadas de Arqueología en Familia ponen el broche de oro
al programa 'Descubre la Córdoba romana', promovido por la Delegación de
Patrimonio, Casco Histórico y Naturaleza del Ayuntamiento de Córdoba y
desarrollado por 'Arqueología somos todos', del Grupo de Investigación Sísifo
de la Universidad de Córdoba (UCO), en colaboración con el Imgema, el
Ministerio de Cultura y la Fundación Española de la Ciencia y la Tecnología del
Ministerio de Economía y Competitividad.
Durante
la jornada en cuestión se inauguro el Parque Arqueológico Corduba, un proyecto
a medio-largo plazo que tratará de devolver la imagen perdida, tras siglos y
siglos de Historia, al poblamiento indígena de Córdoba, justo en el mismo lugar
donde se originó: la Colina de los Quemados; un altozano de enorme privilegio
visual junto al río Guadalquivir.
El primer paso ha sido la simulación del zócalo de una cabaña prerromana, para
lo cual se han tenido en cuenta los datos procedentes de los hallazgos
arqueológicos y de las escasas excavaciones conocidas en la zona, entre las que
destaca la llevada cabo para la construcción del Teatro de la Axerquía, en los
años 90 del pasado siglo.
Dichos trabajos arqueológicos, dirigidos por Juan Murillo (Jefe de la Oficina
de Arqueología de la Gerencia Municipal de Urbanismo), dieron a conocer una
estratigrafía vertical de más de siete metros de profundidad, con una secuencia
temporal que va desde el Calcolítico (3.000 a.C.) hasta la actualidad.
Los restos habitacionales más antiguos localizados se correspondían con cabañas
circulares de unos tres metros de diámetro, elaboradas con zócalos de cantos,
suelos de tierra apisona, paredes de adobe y posibles techumbres vegetales, que
han servido de inspiración para la recreación didáctica inaugurada.
La infraestructura creada quedará integrada de forma permanente en la Ciudad de
los Niños, acompañada de varios paneles explicativos sobre la historia del
yacimiento y de reproducciones arqueológicas que permitirán entender la forma
de vida de los primeros pobladores de Córdoba, a través de su cultura material
(restos de un hogar, molino para grano, pesas de telar, cerámica a mano,
adobes, etcétera).
Serán una serie de actuaciones histórico-arqueológicas destinadas a recrear el
yacimiento, pero sin afectarlo desde el punto de vista patrimonial, con todo lo
que ello supone de atractivo añadido: científico, pedagógico y también
identitario, que convierta a la Ciudad de los Niños de Córdoba en un referente
del Turismo Cultural Educativo y Familiar.
Durante
toda la jornada, los más pequeños pudieron participar en diversos talleres de
Arqueologia consistentes en la visita al interior de la cabaña, con
explicaciones didácticas sobre el modo de vida durante el Calcolítico, y la
elaboración de un vaso campaniforme de cerámica típico de este período
histórico. De igual forma, también tuvo lugar la actividad “Juegos históricos en
familia”, en la que los asistentes de todas las edades se dividieron en dos equipos (turdetanos y
romanos) y participarán en varias pruebas basadas en juegos tradicionales
antiguos. La superación de las pruebas se recompensó con la entrega monedas
íbero-romanas que, posteriormente, se podían canjear en un “stand de regalos”.
Y para finalizar, nada mejor que un banquete romano. Con esta actividad pionera
en la ciudad se pretende, además, ampliar la oferta lúdica de la Ciudad de los
Niños, que no es exclusiva de la esfera infantil. La empresa Arqueogourmet se
encargó de llevar a cabo esta recreación histórica culinaria, a través de una
conferencia ilustrada, con la elaboración en directo de varias recetas romanas
y la oferta de un menú (dos euros de coste), para un máximo de 80 personas,
compuesto de entrante, primer plato y postre, con sus correspondientes bebidas,
y un plato cerámico de regalo.